Si has decidido renovar el suelo de tu vivienda para conseguir un estilo más cálido y acogedor, el parquet laminado es una de las mejores opciones por las que puedes decantarte. Estos suelos resultan muy bonitos y elegantes desde el punto de vista estético, pero, además, su instalación es muy cómoda debido a la poca obra que requieren.
Para hablarte sobre este tipo de suelos, hemos consultado a esta empresa de carpintería en Palma de Mallorca, empresa especializada en la instalación de parquet, tanto laminado como flotante, y esto es lo que nos ha contado sobre los aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir un parquet laminado para viviendas.
¿Qué es el parquet laminado?
El parquet laminado es una de las opciones de parquet más demandada en la actualidad. Se caracteriza por estar compuesto por varias capas formadas por materiales de derivados de la madera, siendo la última capa un compuesto sintético que, generalmente, se compone de resinas de melamina a alta presión.
Su última capa adopta un dibujo o una textura que imita la madera, existiendo una gran cantidad de modelos con diferentes colores y texturas que pretenden imitar a todos los tipos de madera (roble, haya, cerezo…)
Por ello, elegir un tipo de parquet laminado u otro dentro de la gran variedad de opciones que existen en el mercado, no resulta tarea fácil. Por este motivo, hemos consultado a esta empresa de instaladores de parquet en Barcelona y estas han sido sus recomendaciones generales.
No puedes olvidar que, al margen de algunos aspectos como el color o la trama que dependerán de tu gusto o del estilo de tu vivienda, existen otros factores más objetivos como el grosor del tablero o el sistema de unión entre láminas que deben tenerse muy presentes. Ahí va un listado:
1.- El color
Como te decíamos, sobre gustos no hay nada escrito por lo que a la hora de elegir un tipo de pavimento laminado u otro, párate a pensar cuál encajará mejor en tu vivienda teniendo en cuenta aspectos como su luminosidad, el color de los muebles…
Como es obvio, si tu casa no posee mucha luz natural, optar por un parquet de color claro que aporte luz, sería la opción más adecuada, además de que resultan más fáciles de combinar con todo tipo de mobiliario.
2.- El grosor del tablero
El grosor total que tengan las láminas del parquet que se van a colocar en el suelo es un factor muy importante y sobre el que debes informarte en profundidad. La de la última capa suele estar entre los 6 y 12 mm.
Cuanto mayor sea el grosor de la tarima del parquet, mejor se adaptará a las posibles torsiones del pavimento y resultará mejor aislante contra el frío o la humedad. Además, el grosor aporta más fuerza al sistema de unión por clic, mejora la acústica de la vivienda y absorbe el impacto de la pisada, de ahí que sea un aspecto tan determinante para realizar una correcta elección.
3.- Densidad de la tarima
Los tableros laminados tienen diferentes densidades, conociéndose como HDF el de mayor densidad. Es importante que también te informes sobre la densidad de la tarima porque a mayor densidad, mayor será la resistencia del suelo a la acción de todo tipo de agentes, ya se trate de cambios de temperatura o humedad, golpes o el simple desgaste del uso cotidiano. Cuando más dura sea el acabado sintético, mejor reaccionará a manchas, rallazos, tacones…
4.- El sistema de unión de las láminas
Si hoy en día se han hecho tan populares los suelos de parquet laminado es porque resultan muy sencillos de instalar y quedarán perfectos para su uso en muy poco tiempo.
La unión entre las lamas mediante clic suele ser el sistema más común y si a este aspecto le unimos lo bien que imita a la madera, su precio asequible y la poca obra que requieren para instalarse, es normal que hoy sea la opción elegida en muchos hogares.
5.- Los acabados
Y ya por último, te recomendamos tomarte con calma la elección de los acabado e informarte concienzudamente sobre todas las posibilidades. Hoy en día existe una gran variedad y ya no solo a nivel estético de formas y colores, sino también a nivel funcional: hay acabados que mejoran la resistencia, evitan la decoloración o minimizan el efecto de golpes y arañazos. Aunque normalmente, que combinen con el mobiliario, los colores de paredes y textiles o con el estilo general de la casa, suele ser lo que más pesa a la hora de decantarse por un acabo u otro.