Ahorrar energía en el hogar no siempre exige una inversión previa. A veces basta con cambiar pequeños hábitos e informarse de los consumos energéticos y las condiciones óptimas de uso de los electrodomésticos que instalamos en casa. La Guía práctica de la energía del Instituto para la diversificación y Ahorro de la Energía
en empresas y hogares (IDAE) da algunas recomendaciones:
- Subir las persianas durante las horas de sol y cerrarlas durante la noche. La luz y el calor solar son gratis.
- Apagar las luces al salir de una habitación.
- Bajar uno o dos grados el termostato de la calefacción, y cuatro o cinco si se va a estar más de una hora fuera de casa. Cada grado que se aumenta la temperatura supone un 7% más de gasto. Una temperatura de 19°–21° durante el día y de entre 15° y 18° durante la noche es suficiente para sentirse confortable.
- Sustituir el aire acondicionado por un ventilador para aliviar entre dos y tres grados la temperatura. Elevar algún grado el termostato del aire acondicionado. Fijarlo en 24° puede ser suficiente para no pasar calor.
- Utilizar al máximo la carga de la lavadora y lavar en frío. Más del 80% de su consumo de energía es para calentar el agua.
- Usar algún tipo de monitor de consumo eléctrico para evaluar nuestro gasto y valorar donde podemos mejorarlo.
- Aprovechar el calor del sol para secar la ropa y usar la secadora sólo en caso de emergencia. Centrifugar gasta menos que la secadora.
- Apagar el horno antes de que finalice la cocción para aprovechar el calor acumulado.
- Desconectar la plancha, la tostadora u otros pequeños electrodomésticos mientras no se utilizan. Usar la plancha cuando haya acumulada bastante ropa para aprovechar el calentamiento.
- Apagar el interruptor de la televisión, el vídeo, el amplificador de antena, etcétera. Con un ladrón de base múltiple con interruptor se pueden desconectar todos a la vez y ahorrar ¡hasta 40 euros anuales!
- Apagar el ordenador si se va a estar más de 30 minutos sin utilizar. Si no se quiere tener que esperar su reinicio, se puede apagar al menos la pantalla para que consuma menos.
- Utilizar un salvapantallas negro consume menos energía que disponer de uno en color.
- Usar el microondas en lugar del horno. Ahorra entre un 60% y un 70% de energía.
- Taparlas ollas al cocinar y utilizar siempre que se pueda ollas rápidas de presión.
- No derrochar agua, porque las bombas que permiten que llegue hasta el hogar consumen electricidad.
- Elegir el electrodoméstico del tamaño que se adecúe a nuestras necesidades; ni más grandes ni de mayor potencia de la estrictamente necesaria.
- Limpiar con frecuencia las lámparas y las bombillas para aprovechar mejor la luminosidad.
- Purgar periódicamente los radiadores y no cubrirlos con ropa ni objetos que impidan la salida de calor.
- Reducir a 10 minutos la ventilación de las habitaciones en invierno. Y, en verano, ventilar en las horas más frescas.
- Cerrar el tiro de la chimenea cuando no se esté utilizando.
- Ajustar la potencia eléctrica contratada a la que vamos a utilizar habitualmente. No es necesario poder conectar todos los electrodomésticos a la vez.
- Revisar el consumo realizado en la factura de la compañía eléctrica.